Search

Comercio

Interior de Tarantino Resto Bar en calle Libertad 202.

Tarantino, un cálido restobar con ambientación cinematográfica en el centro de Río Tercero

El local fue inaugurado en 2012 por dos amigos, Pablo Bonardo y Claudio “Caito” Peralta. Desde que abrió es un lugar de referencia para encontrarse y pasar momentos agradables.

Cuando tres pasiones se unen nacen negocios como Tarantino Resto Bar, ubicado en el centro de Río Tercero.

Las pasiones por emprender, por el rubro gastronómico y por el cine confluyeron en el nacimiento de este negocio que fundaron en 2012 dos amigos, Pablo Bonardo y Claudio “Caito” Peralta, este último junto a quien era su compañera, Paula Ludueña.

Claudio tenía Ombligo Bar, en la primera cuadra de calle Mitre. Pablo en ese momento tenía el negocio de venta de ropa y calzado informal Malasia, rubro en el que actualmente continúa con Indonesia.

Cuando se enteraron de que el amplio local de Mitre y Libertad se ponía en alquiler, sus ilusiones se encendieron y sintieron que era el momento de emprender juntos, como lo habían proyectado varias veces.

Ninguno dudó de que era el momento. “Ni sé de dónde sacamos la plata para invertir, para hacer todas las remodelaciones que hicimos”, cuenta Claudio a El Comercial, sorprendido aún ahora de ver todo lo que hicieron hace ya 13 años. El local que alquilaron no era ni cerca de como se ve en la actualidad este conocido resto bar.

“Parece que fue ayer que recuerdo a Paula, la madre de mis hijos y socia de Tarantino hasta la actualidad, con panza de unos meses de embarazo mirar hacia el cielo desde un patio donde hoy están ubicadas las mesas del local”, recuerda Claudio con emoción.

“El nombre Tarantino surgió porque es mi director de cine favorito”, contó Claudio, quien es apasionado al arte de la pantalla grande y, en especial, a los filmes del cineasta estadounidense.

El nombre no es solo enunciativo. La decoración interior muestra en cada sector del local elementos vinculados al cine. Se destacan en una de las paredes laterales cuadros con escenas de películas y en la otra pared lateral frases de reconocidos filmes.

“Queremos ofrecerle un momento a la gente, un buen clima, con música bien seleccionada, con una decoración cuidadosa, una ambientación cinematográfica”, expresa Claudio.

Tarantino abre todos los días de la semana, de 8 a 15 y de 17 hasta la hora de cierre, que es cuando el último cliente decide irse. Solo no abre los domingos por la mañana.

El ambiente es familiar y ofrecen desayuno, almuerzo, merienda y cena. La carta es amplia, con hamburguesas, lomitos, carnes, pastas, tablas especiales y comidas mexicanas. Un momento especial se ofrece los viernes, a las 23, cuando suena un vinilo cuidadosamente seleccionado y luego pasa música un Dj.