¿Quién puede predecir cómo será y cómo se encontrará la economía argentina en 20 años? Claramente la respuesta es obvia. Si es muy pretencioso vaticinar un escenario a ese plazo, que en cualquier otro país no es lejano, pero que en la Argentina es prácticamente una era, entonces la pregunta podría ser, ¿quién puede anticipar lo que pasará el año próximo? Aún así, la respuesta vuelve a ser obvia.

En este país es de alto riesgo y hasta atrevido decir qué sucederá más allá de una elección, pero, aún así, el economista y empresario pyme Gustavo “Lacha” Lázzari, le contó a El Comercial qué observa que puede pasar en los próximos años y hasta sugirió cómo pararse.

Lázzari visitó Río Tercero para disertar sobre “Macroeconomía y la cirugía de los costos” en el Ciclo Empresario 2025 organizado por la Asociación Mutual del Centro Comercial, Industrial y de Servicios de Río Tercero (AMCeCIS), con apoyo del Centro Comercial, Industrial, de Servicios y Agropecuario de Río Tercero (CeCISA).

Antes de hablar a sala llena en el salón “1929”, frente a 200 empresarios y comerciantes de toda la región, dialogó con El Comercial y le dijo a qué escenario le tiene fe en los próximos años.

“La sociedad votó (en 2023 cuando eligió para presidente a Javier Milei) y le dio un mandato al gobierno: cambiar todo el régimen de incentivos para producir, para progresar, para crecer”, dijo para ingresar a su desarrollo.

“Desde entonces la Argentina comenzó un cambio que abarca mucho más que un plan económico. Es un cambio de régimen, donde la Argentina de la distribución del ingreso quedó atrás. Si eso está bien o está mal es otra discusión. El cambio es profundo, donde, hasta si se quiere, el plan económico puede tropezar”, planteó.

“Hoy el gobierno está llevando a cabo un cambio de régimen, con una reforma macroeconómica, una reforma microeconómica y una administración financiera osada, por decirlo de alguna manera. Eso nos lleva a tres escenarios posibles. A: que no se complete el cambio de régimen y quede un plan económico a medio camino, como sucedió en la primera parte de los 90, y que frustró una etapa esperanzadora. B: que el Gobierno se enamore demasiado de la macro, con la estabilidad a cualquier costo, como fue en la segunda mitad de los ’90 y que terminó en una gran recesión y desempleo que le dio paso al kirchnerismo, porque el kirchnerismo es hijo de esa segunda mitad de los 90”, aseguró.

“El tercer escenario, el más difícil de llegar, y que es para mí el que está encarando este Gobierno nacional, es cambiar lo anterior, manteniendo por mucho tiempo el incentivo fiscal, tener apertura económica y bajar el costo argentino. Para el sector empresario bajar el costo es ser innovador, adoptar nuevas tecnologías, descomoditizar los productos y lograr producir a escala, algo difícil porque el empresario no se asocia”, describió.

“En este escenario el empresario tiene que hacer cirugía de costos, y también lo deben ayudar la Nación, las provincias y los municipios. Si logramos ese cambio de régimen, la Argentina será competitiva por muchos años. Yo le tengo mucha fe”, dijo optimista.

“El riesgo de no alcanzar ese cambio de régimen es político, que los integrantes del partido gobernante se peleen entre ellos y luego que el sector empresario, la Justicia y los gobiernos provinciales y municipales no entiendan ese cambio. Eso puede pasar”, advirtió.

“Entonces, ¿cuál es el mensaje para el sector empresario? Que haga un ejercicio de conciencia y mire dónde está parado. A: si está parado en un cambio de régimen, entonces sus dólares son de largo plazo, tendrá que invertir más en el galpón, aunque él no lo vea y sí lo vea la generación siguiente. B: si está parado frente a un plan económico, bueno, puede hacer carry trade (bicicleta financiera) aguantar hasta las próximas elecciones y ver qué pasa. C: si ve que se viene un retorno a lo que pasó, que guarde sus dólares en una maceta. Yo veo imposible que pase ese retroceso, pero en la Argentina todo puede pasar”, finalizó.